Josep Guinovart, La Cabana (detalle). Foto: Camilayelarte
Ya se han iniciado los actos del Año Guinovart y la presentación oficial será el próximo 12 de marzo en la Pedrera
12 de Marzo de 2018
Presentación oficial del Año Guinovart en La Pedrera
Josep Guinovart (Barcelona, 1927–2007), exponente de la vanguardia plástica del país en la segunda mitad del siglo XX y un artista «difícil de encasillar, polifacético y prolífico» que dejó una extensa obra que diversificó hacia la pintura, la escultura, el grabado, la ilustración, la escenografía y los carteles.
Josep Guinovart nació en Barcelona pero su corazón y la gran inmensidad de su obra estaban en Lleida, y concretamente en Agramunt, donde vivió de pequeño la Guerra Civil Española, marcando profundamente su arte. Allí se encuentra su centro neurálgico, L’ Espai Guinovart.
En conmemoración de los 10 años de su muerte cumplidos el 12 de diciembre de 2017, la Fundació Privada Espai Guinovart Agramunt ha impulsado El «Any Guinovart» a través de un amplio programa de exposiciones, mesas redondas, lecturas, conciertos y proyecciones de documentales, con el objetivo de redescubrir al artista, llamado también «El Alquimista de los sentidos».
Presentación de la obra
Yo estuve en Agramunt los años 1937-1938, en plena Guerra Civil. El primer bombardeo de la ciudad determinó la huída hacia el campo, donde vivimos juntos abuelo, madre, tías y hermanos en una cabaña. Esto obligaba a mantener una relación directa con la naturaleza, así como con elementos, cosas, herramientas, animales.
Se hacía luz con aceite de oliva, cera, velas. Las noches de verano, durmiendo en la era, cerca de los animales, del estiércol, de la paja, del barro, los conejos, los huevos, los gallos y las cluecas, los gritos del cerdo presintiendo la muerte, el culo al aire cagando con la complicidad de las piedras, los pies descalzos caminando con técnica rasante para no pincharte con el rastrojo.
Todas estas vivencias son de cuando tenía 9 o 10 años y estoy convencido de que una parte de mi trayectoria ha sido configurada por ese pasado, que siempre se transforma en presente. Este vínculo es pasado, pensamiento presente, concepto de totalización, relación-cosa, acercamiento.
Entrados los años 70 o al principio de los 80, por razones familiares y de amistad, después de mucho tiempo, reanudo el contacto con Agramunt. Entonces fui descubriendo las fuentes, el origen de ciertas estructuras de mi lenguaje; obsesiones, materiales como la tierra, la paja, el grano. La identificación con las geografías y los entornos áridos.
La posibilidad de este Espaicio me da el entusiasmo para hacer coherentes idea y sentimiento. No he pretendido hacer un museo sino una obra que pertenezca a Agramunt, a su entorno, al sus habitantes, a estas tierras y a sus estaciones: simplicidad desde el verde de la primavera a los dorados de los trigos del verano, los rastrojos del otoño rojos en la gama fría y brumosa del invierno. Agramunt, más Segarra que Urgell. Con el misterio quieto de la cuenca del Sió.
Josep Guinovart
Próximas exposiciones en torno al Año Guinovart